viernes, 23 de noviembre de 2012

Insomnio

¿Puedes hacer el favor de callarte? ¡Por favor! ¡Quiero dormir! Cállate de una maldita vez y descansa. Venga, intentémoslo. Respira profundamente y deja la mente en blanco. Así, muy bien, visualiza solo el color blanco, no pienses, no pienses... ¡No cantes tampoco! ¡Olvida esa estúpida canción! ¡Va! Pongámonos serios de una vez. Vuelve a poner la mente en blanco. Bien, ahora comienza a contar lentamente, dicen que funciona para conciliar el sueño. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... Prueba en darte la vuelta, quizá si estás de lado da resultado. Mmmm... no, no sirve de nada. ¡No! No pienses en mañana ahora, ya tendrás tiempo. No pienses en qué harás. No pienses en qué te gustaría que pasara. No te imagines nada, ni pienses en nadie. ¡Mierda! Cuando digo nadie no quiero decir él, ni tus amigas. Nadie es nadie, tómatelo al pie de la letra. Estás aquí, tumbada el cama. Si consigues dormir ahora podrás dormir ocho horas, que son las necesarias. No te puedes permitir perder un segundo más. Venga. Quizá tienes calor, saca los brazos. Ah bueno, no, que así tienes frío. Es igual. Haz el favor de dejar de pensar. Piensas demasiado tú, ¿eh? ¡No! ¡No! Ahora no comiences a rallarte. El pasado pisado, déjalo. El día ha acabado, ahora toca descansar. Ya te preocuparas mañana si eso, pero duérmete de una maldita vez. Por favor, te lo ruego, duérmete. Lo necesitas. Si no duermes te saldrán ojeras, estarás fea. Hazme caso. ¡Cállate de una vez y duerme! Bien, así, relájate, respira hondo, descansa, siéntete como si estuvieras flotando, déjate perder entre sueños...


lunes, 19 de noviembre de 2012

Buenos días

El despertador comienza a sonar por tercera vez y yo me veo obligada a levantarme una vez más para apagarlo. Vuelvo a la cama. Fuera hace frío a las siete de la mañana pero aquí dentro se está calentito. Me cubro el cuerpo con el edredón recién lavado que desprende un agradable olor a limpio, cosa que me atrae aún más a quedarme allí tumbada. Se escucha el silencio de mi casa vacía alternándose con el sonido de mi respiración profunda. Mi mente se encuentra en debate consigo misma para decidir si quedarme allí un ratito más o levantarme finalmente y empezar el nuevo día. Cinco minutitos. Piensa. Las sábanas de franela son las culpables de que decida quedarme acurrucada. Tumbada de lado con las piernas dobladas, una mano sobre mi estómago y la otra debajo de mi almohada para conseguir levantar un poquito más la cabeza, cierro los ojos nuevamente lamentándome por no haberme acostado antes anoche. Mi mente en blanco comienza a perderse entre pequeños sueños sin sentido con mezclas de colores y movimientos. Todo se vuelve confuso e inconsciente. Mi mente vaga por simples recuerdos y deseos. Mi cuerpo queda dormido lentamente, sin sentir cosa alguna. Imágenes comienzan a reflejarse y las siluetas se hacen más visibles. Me siento aliviada y libre.
Pip, pip, pip. Pip, pip, pip. Vuelve a sonar el despertador.


domingo, 18 de noviembre de 2012

Lista: quiero / no quiero

Quiero
1. Sonreír cada día.
2. Más pendientes en las orejas.
3. Más collares de búhos.
4. Que alguien me dedique algún día What makes you beautiful Little Things de One Direction 
5. Que me feliciten a las 12 de la noche el día de mi cumpleaños en persona.
6. Que me hagan un fotolibro, un álbum de fotos o un vídeo con fotos.
7. A Hilary Duff firmando libros en Barcelona.
8. Ser recordada.
9. Libros.
10. La película de Grease.
11. Conciertos de Ed Sheeran, Taylor Swift y Miley Cyrus en Barcelona.
12. Viajar a Londres, Roma, Oslo y París.
13. Conocer un chico que sepa bailar.
14. Llegar a publicar un libro algún día.
15. Más vestidos y tacones.

No quiero
1. Ser olvidada fácilmente.
2. Volver a caer en depresión.
3. Llorar hasta quedarme sin lágrimas.
4. Rallarme por cosas sin importancia.
5. Que me dejen preguntándome por qué.
6. Que me cuenten los finales de los libros.
7. Sentirme ridícula.
8. Sentirme pequeña.
9. Suspender en la universidad.
10. Emborracharme y acabar vomitando.
11. Decepcionar ni ser decepcionada.
12. Contar mis problemas y que me digan que son niñerías.
13. Engordar.
14. Arrepentirme de lo que no he hecho.
15. Pensar en lo que no pudo ser.

sábado, 17 de noviembre de 2012

La carrera de las palabras

"Dilo... en voz alta. Dilo."

Las palabras que salen de su boca se atropellan entre ellas intentando ser las primeras en pronunciarse. No saben esperar su momento indicado, solo quieren dejarse llevar, salir de allí. La historia es larga y no quieren hacerse esperar porque quizá quien esté escuchándolas no las encontrará adecuadas, agraciadas, y querrá deshacerse de ellas lo más pronto posible. Por eso, prueban a salir de la boca rápidamente, una tras otra, sin pausa alguna que pueda indicar el final. Se apresuran demasiado, pronunciándose una encima de la otra sin llegar a entenderse lo que significan. La historia comienza a carecer de sentido una vez las palabras han empezado a perderse en el desorden de las frases y se ven obligadas a parar y volver a organizarse adecuadamente para hacer más sencilla la comprensión. Palabras sencillas, cortas, comodines. Lo que sea necesario para terminar lo antes posible sin aburrir. Onomatopeyas, abreviaciones. Así será más rápido. Así será más sencillo. Así lograrán captar la atención, ser oídas y quizá conseguir permanecer en la mente de quien las haya escuchado.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Hola autoestima

Pick up the pieces and I'll put myself back together.

Estoy completamente harta y cansada de despertarme por las mañanas y desear que termine el día para así poder volver a dormir porque no me apetece estar despierta. Estoy cansada de tener que fingir una sonrisa cuando es suficientemente obvio que no estoy de humor. No tengo ganas de continuar reprimiendo las lágrimas para dejarlas ir una vez estoy sola en el cuarto de baño, sentada en la esquina entre la puerta y la pared del radiador. No me apetece mentir y soltar excusas como Solo estoy cansada o Me he despertado con el pie izquierdo para no haber de repetirme una y otra vez contando mis penas. Solo tengo diecisiete años y si me paro a pensar en todo lo que todavía me falta por vivir, no quiero hacerlo de esta manera. No quiero que este dolor siga viviendo dentro de mí y cada vez que intente enfrentarlo, sea él quien gane. Así que pienso levantarme cada mañana con una sonrisa en el rostro, pensando lo mejor de lo peor, dejando que las cosas sean como hayan de serlo, ignorando aquello que duele y centrándome en lo que me hace feliz, dejando atrás el pasado, y esperar mi golpe de suerte. Olvidar lo malo, evitar preguntarme por qué, y así poder despertarme con ganas de hacer cosas y de seguir adelante. Necesito tiempo, solo eso.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

El olor del invierno


Abro rápidamente la puerta pues llevo algo de prisa y nada más poner un pie en la calle siento como el frío del ambiente me golpea el rostro, dejándomelo congelado en pocos segundos. La temperatura debe de ser de unos 10º centígrados, siendo las seis y cuarto de la tarde. No hace viento, por suerte, pero el frío de las calles puede olerse perfectamente. Sí, puede olerse. Cuando una inspira, recoge el oxígeno frío del aire que llena los pulmones de frescor. Ese que te golpea fuerte y hace despertarte sin opción alguna. Ese frescor que te invita a ponerte bufanda, gorro y guantes para conseguir estar más calentita. El que te indica que el invierno está por llegar y con él vendrá el ambiente un poco seco, quizá algo de nieve, los amaneceres a las ocho de la mañana, los atardeceres a las cinco de la tarde, el vaho que sale de tu boca nada más salir a la calle, la nariz colorada por el frío, las ganas de quedarse en casa para hacer maratón de películas. Noviembre es un mes que deja atrás octubre y da paso a diciembre, siendo un intermediario entre otoño e invierno, aquel que te muestra ambas partes: la lluvia, la caída de hojas y el color anaranjado del otoño con el frío, la nieve y el color azul del invierno.

martes, 6 de noviembre de 2012

¿Bridget Jones ridícula?

"A mí no me gusta leerme Bridget Jones porque, simplemente, ella no me cae bien. Me parece ridícula. Lo único que hace es quejarse una y otra vez de las mismas cosas y eso hace que siempre tenga los mismos problemas. Bridget no se para a pensar en qué está haciendo mal e intenta buscar una solución, solo continúa haciendo lo mismo y después se queja. Es ridícula y me aburre." Comentaba hoy una chica en clase de inglés cuando el profesor ha preguntado si nos estaba gustando el libro. El comentario de esa compañera me ha sentado realmente mal, como una patada en el estómago para ser más exacta. Yo me siento muy identificada con Bridget Jones, por como se siente al no tener novio, por lo que piensa cuando le preguntan sobre su vida amorosa, por como se resguarda en el alcohol y el tabaco cuando se siente sola y no se encuentra bien, por como no le gusta su cuerpo y tiene obsesión con el peso. La gran parte del tiempo que paso leyendo el libro no puedo evitar pensar que yo opino lo mismo. Pero entonces eso significa que esa chica pensaría lo mismo de mí si me conociera. Quizá ella opine que es fácil buscar soluciones a este tipo de problemas una vez se han clavado en tu mente y sabes que no se van a ir, pero no lo es, en absoluto. Es una de las cosas más difíciles que existen. Buscar soluciones a el "nadie me quiere, me siento sola", al "estoy, me veo y me siento gorda", al "hoy voy a beber alcohol para olvidarme durante un momento de mis problemas". Soy como Bridget Jones yo, intento e intento pero no puedo. Me quejo, pienso demasiado y me deprimo. Aunque quizá deba realmente pararme a pensar en el comentario de mi compañera y poner mayor empeño.

"Talk about grass is always bloody greener. The number of times I've slumped, depressed, thinking how useless I am and that I spend every Saturday night getting blind drunk and moaning to Jude and Shazzer or Tom about my chaotic emotional life; I struggle to make ends meet and am ridiculed as an unmarried freak..." - Bridget Jones's Diary.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Bienvenido Noviembre

Octubre no resultó el mes positivo que yo esperaba, sino más bien todo lo contrario. Todo lo que esperaba que no ocurriera, pasó. Deseé que los recuerdos ni el pensar demasiado me arruinaran los días, deseé ser positiva ante todo, deseé que mi autoestima aumentara, deseé no despertarme por las mañanas pensando en quién no piensa en mí. Ninguno de estos deseos se hizo realidad. Los recuerdos me mataban cada mañana nada más abrir los ojos, cosa que causaba mi negatividad, que a la vez va ligado a la autoestima, al preguntarme qué he hecho mal, por qué no soy lo suficientemente buena. Ahora, finalmente, ha terminado el mes y empieza uno nuevo. Sinceramente, no tengo esperanzas para noviembre pues pienso que si las tuviera, quizá ocurriría como en octubre. Creo más oportuno esta vez dejar que las cosas sucedan como hayan de suceder, que el tiempo pase y este decida qué es lo más apropiado.
Por otra banda, esta vez vuelto a repetir dentro de mi cabeza Dear November, please be good. Es mi mayor deseo en este momento, ser feliz. Así que voy a buscar una canción que me motive, pienso subir el volumen al máximo, voy a vestirme y arreglarme, y voy a comenzar el mes sonriendo.