sábado, 27 de octubre de 2012

Dos semanas

Debí haberlo supuesto. Fue lo último que escribí. Cansada de que fuera siempre lo mismo, apagué desmotivada el Internet del móvil e intenté olvidar todo buscando alguna canción. No encontré ninguna, así que una oleada de pensamientos deprimentes invadió mi cuerpo y no pude evitar romper a llorar. Me sentía realmente ridícula por llegar a pensar que, solo por una vez, algo podría funcionar. En mi mente resonaba su nombre, no podría hacerla callar. No debí haber continuado la conversación, ni haberla empezado. Quizá hubiera sido todo diferente.
Ahora han pasado dos semanas desde entonces. Ninguno de los dos ha hablado. Movió ficha rápido, se olvidó de mí al día siguiente. Yo, por lo contrario, me acordaba cada mañana al despertarme y cada noche al acostarme, deseando que nos cruzáramos por casualidad en algún sitio, deseando que iniciara nuevamente alguna conversación. Cada vez que escuchaba mi móvil sonar, tenía esa pizca de esperanza dentro de mí que me hacía creer por un segundo que era él. Totalmente equivocada. Se ríen de mí cuando afirmo que "construyo grandes expectativas que después se derrumban en frente de mí" pero es la frase que más puede describirme. Soy realmente ingenua y estúpida. Y así es como puedo justificar mi escepticismo.


"Debo confesar que en mis sueños, me acaricias el rostro y
me preguntas si quiero volver a intentarlo."

miércoles, 17 de octubre de 2012

Depresión... otra vez

Levanto la cabeza y me miro al espejo. Mis ojos están completamente rojos, resaltando el marrón oscuro del iris. Me muerdo el labio inferior, que está algo irritado, y veo caer lentamente una lágrima negra. El rímel de las pestañas ha acabado mezclándose con las gotas saladas de mis ojos tras haberse resistido. Intento respirar profundamente para poder calmarme pero se me hace realmente imposible. La lágrima sigue cayendo por mi mejilla derecha y yo la observo con atención. La parte de las ojeras está completamente negra a causa del maquillaje. De fondo escucho la música que viene desde mi habitación. If it's over, let it go and come tomorrow, it will seem so yesterday. Repito las palabras dentro de mi cabeza una y otra vez, intentando llevarlas a cabo. Laugh it off and let it go and when you wake up it will seem so yesterday. Pero en este momento es totalmente imposible sonreír. Estoy empezando a sentir aquel vacío que hacía meses había desaparecido sin saber por qué. Un hueco en el estómago que no se puede llenar. El vacío duele y lo peor de todo es no saber cómo volver a llenarlo. Ni la comida ni el alcohol pueden hacer nada al respecto. Me siento indefensa, expuesta al dolor, sabiendo que en esta guerra va a ganar él y yo soy la que intenta ahogar sus penas, llorando. Haven't you heard that I'm gonna be okay?



Torpe

"Vía 1, Terrassa." Escucho la voz de la grabación en la estación que anuncia la llegada de mi tren en pocos segundos. "Vía 1, Terrassa." Repite. Me levanto de uno de los bancos de hierro en el que he estado sentada durante un cuarto de hora a la espera de mi tren para poder llegar a casa después de un largo día en la universidad. Agarro mi mochila tejada de uno de los tirantes y me la coloco. Mi tren comienza a entrar en la estación, aminorando la velocidad a medida que se acerca. Cojo mi carpeta verde, que la había dejado en el banco, y mi chaqueta con la misma mano. Mi tren se para y la chaqueta se me resbala. Cae al suelo. Me agacho rápidamente, la cojo con la otra mano y me apresuro a subir. Una vez dentro, me siento en uno de los asientos junto a la puerta pues me he de bajar en la próxima parada. Bajo el asiento y cuando voy a sentarme, lo hago encima de una de los tirantes de la mochila, obligándome a agacharme ridículamente, mientras la mujer que está sentada frente a mí se ríe. Me quito la mochila, intentando disimular, aunque no tengo mucho éxito. La dejo caer al suelo, y apoyo mi carpeta sobre las rodillas pero la chaqueta se lía y me queda hecha una bola. Resoplo y la coloco bien, pero durante el proceso, se engancha a una de las gomas de la carpeta y solo puedo hacer que tirar de ella. "Propera estació Sabadell Nord." Escucho. Me apresuro a coger todas mis cosas de nuevo y una vez levantada, tropiezo con mi propio pie, justo en el momento en el que el tren frena, y no puedo evitar casi caerme de morros contra la puerta.

Having no boyfriend

"I will not sulk about having no boyfriend, but develop inner poise and authority and sense of self as woman of substance, complete without boyfriend, as best way to obtain boyfriend." - Bridget Jones's Diary.

¡Oh, Bridget! ¿Por qué me sentiré tan identificada contigo? Me es realmente frustrante pero me siento una versión de ti más joven, aunque, obviamente, sin beber tanto alcohol ni fumar. Bueno, lo del alcohol podríamos discutirlo, pero yo no bebo X cantidades al día, sino sólo cuando salgo (que ojalá fuera cada semana). Soy igual de patosa e insegura, también como muchísimo (aunque peso como unos 10 kilos menos, por suerte) y tengo la  misma mala suerte (obviamente, su mala suerte del principio del libro puesto que después todo aquello cambia). Me pienso las cosas una y otra vez, y me pregunto qué he hecho mal para merecer esto. Y, a pesar de que la fortuna no está de mi parte, hay una parte de mí que sigue viva y que cada día cuando me despierto, me hace hace pensar que todo va a salir bien, todo se va a solucionar. Esta pequeña parte se llama esperanza.
La frase escrita al principio de esta entrada se encuentra en la primera página del libro, cuando Bridget hace sus propósitos de año nuevo, y he de confesar con algo de timidez que ese propósito me lo hago yo cada día. Yo soy de esas ingenuas que creen que si no piensan mucho o no hablan de alguna cosa, aquello puede cambiar. Creo que si no pienso que no tengo novio (más que pensar, sería recordármelo las veces que sea necesario hasta caer en depresión) y empiezo a ser independiente, siendo una mujer segura de mí misma, esa será la forma de conseguir novio. Todo mentira.

jueves, 11 de octubre de 2012

La llama de la vela


Cojo con la mano derecha el mechero rojo guardado en uno de los cajones de la cocina y me acerco a la vela ya colocada sobre el pastel de cumpleaños. Muevo rápidamente el dedo, haciendo que el mechero se encienda y aparezca una cálida llama. La acerco lentamente y veo, como si dos polos opuestos se unieran y en cuestión de un segundo, la llama, en continuo movimiento, acaricia la mecha, haciendo que ésta comience a calentarse y cambie de color hacia uno más oscuro como el del carbón tras arder, negro desgastado. De las partes más cercanas de la mecha comienzan a saltar pequeñas chispas doradas que con el tiempo terminan siendo llamas, uniéndose unas con otras para crear una única, la cual desprende un calor confortable. Ésta, con una mezcla de color rojizo-amarillento, comienza a moverse rápidamente en su pequeño espacio, aumentando y disminuyendo a medida que va alimentándose del oxígeno que encuentra a su alrededor. La mecha empieza a torcerse y enrollarse, mientras que el calor desprendido se encarga de derretir la cera para así poder mantener esa llama viva.

sábado, 6 de octubre de 2012

Cambios

"I was expecting nothing to change but I guess this is what things are supposed to do."

Estos últimos días he estado quedando con algunas de mis amigas ya que pretendemos no separarnos más de lo que estamos a causa de los estudios, pero no puedo evitar sentirme incómoda cuando estoy con ellas. Cuando nos hemos visto, he sentido como si todo hubiera cambiado pero me paro a pensar y me pregunto, ¿realmente ha habido tiempo suficiente para cambiar? Supongo que cada una está intentando llevar su vida nueva pero yo esperaba que todas continuáramos estando igual aunque con algo menos de tiempo. Ahora veo más que nunca que no debo esperar que las cosas sigan siendo como lo han sido siempre porque quizá así es cómo está destinado a ser, todo ha de cambiar. El tiempo sigue adelante y las personas hacen lo mismo, pero yo tengo la impresión de que doy un paso y retrocedo dos. Me aferro al pasado, queriendo que éste no cambie pues me siento demasiado cómoda y quizá, de alguna manera, tenga miedo de enfrentarme al futuro. Por otra banda, también cabe la posibilidad de que yo haya sufrido ese cambio también pero que esté demasiado ciega como para verlo. Puede ser que esté estancada entre mi antiguo y mi nuevo yo. Una rara mezcla de un "quién quiero ser" y el "quién he sido siempre", y para poder seguir adelante deba dejar ir el pasado.

Lista: me gusta / no me gusta

Me gusta
1. El sonido de la lluvia por la noche.
2. Tener buena memoria.
3. La música como despertador por las mañanas.
4. Aprender nuevos idiomas.
5. Los chicos que huelen bien.
6. Tener alguien en quien poder contar cuando lo necesite.
7. Ir en tren.
8. Cantar y bailar.
9. Escribir.
10. Que me llamen "bonita" o "cariño".
11. Las novelas del siglo XIX (románticas y realistas)
12. Los musicales.
13. Que me recuerden.
14. Los vestidos cortos y los tacones.


No me gusta
1. Ver como mi tren se va justo cuando llego al andén.
2. Tener buena memoria.
3. Que me digan que me llamarán y luego no lo hagan.
4. Las cancelaciones de planes en último momento.
5. Que me ignoren.
6. Sentirme sola.
7. Las películas de amor.
8. Sentir que soy invisible.
9. Las depresiones.
10. Que el Internet del móvil me vaya lento en la universidad.
11. No poder viajar donde quiero.
12. No ser alguien especial en la vida de nadie.
13. Verme gorda.
14. Que me importen demasiado las cosas.