Abro la caja sin prisa, me la quedo mirando y sonrío. La rosa de plástico está allí colocada sobre la gran multitud de cartas y postales de personas en las que solía confiar, la cinta de mi dieciocho cumpleaños, una piruleta de mi diecisiete cumpleaños que me recuerda a una oportunidad perdida, aquel pañuelo rojo que nos regalaron en la entrada de la discoteca en verano y con el que me tapé el cuello para que no se notara la marca, los tres colgantes de la misma discoteca que brillaban en la oscuridad y con los que me decías que gracias a eso me localizabas, algunas fotografías con amigas a las que ya ni saludo, anillos de la amistad que quedaron olvidados en un cajita de papel verde. Yo voy guardándolo todo porque aún no estoy lista para dejarlo estar, me dijo mi amiga cuando hablamos el otro día. Y yo hago lo mismo. No sé si es bueno dejarlo todo allí, recordar los grandes momentos, las oportunidades desperdiciadas, el tiempo perdido; pero supongo que de alguna manera prefiero llorar por lo sucedido, mantenerlo en mi mente, y cuando crezca y tenga corazón para hacerlo, lo dejaré ir. Olvidaré el pasado.
lunes, 11 de febrero de 2013
miércoles, 16 de enero de 2013
Verba volant, scripta manent
Yo opté por quedarme callada y pensar; creía que aquello era lo mejor. Acababa de leer la carta escrita con buena caligrafía. Lentamente, la volví a doblar y la guardé en su sobrecito de color violeta con pequeñas nubes azules. Me dolía el estómago... o quizá era el pecho. Reprimí las lágrimas y sonreí; no podía permitirme llorar en la fiesta de mi cumpleaños. Aunque aquello dolía. La carta estaba repleta de frases bonitas, de virtudes, de no cambies, de palabras llenas de sentido que parecían estar vacías. Sin duda, era el pecho, no el estómago. Los recuerdos aparecían de uno a uno en mi mente y rápidamente se desvanecían. Y yo me preguntaba por qué. Por qué aquellas palabras pretendían ser totalmente distintas a los hechos. Días sin hablar, planes, viajes, borracheras sin mí; secretos, falsas palabras, excusas. Y después me encontraba leyendo un trozo de papel en el que se me decía que, a pesar de las dificultades, todo se supera y que una amiga está siempre en el corazón. La carta se encuentra ahora bien guardada porque, con el tiempo, la memoria es traicionera y lo único que permanecen son las palabras.
lunes, 31 de diciembre de 2012
2012.
Podría decirse que el 2012 ha sido mi peor y mi mejor año. Ha sido duro y me alegro de que termine porque espero que el próximo sea mejor. No quiero volver a pasar por lo que he pasado este año. No quiero volver a caer tanto: ser tan insegura, tener tantos miedos, pensar tanto, dudar, no arriesgar. Las cosas han cambiado tantísimo, he perdido amigas, me he sentido sola en muchos momentos, he llorado demasiado. Pero eso ya terminó. No más. Ya lloré lo que tuve que llorar, ya sufrí. Ahora solo quiero cambiar y que el 2013 sea un buen año; e intentaré que así sea de verdad. Nada de pensar, de llorar, de rallarse. ¡Hola autoestima y positivismo! Acabo el 2012 con una sonrisa y comenzaré el 2013 igual. Intentaré mentalizarme para hacer las cosas como si no tuviera segunda oportunidad, me centraré en lo que es importante y en lo que realmente vale la pena. No me rallaré: what's meant to be, it's meant to be. Doy un paso adelante y le abro la puerta a un nuevo año lleno de oportunidades y experiencias. Y espero no ser tan idiota como este año como para dejarlas escapar.
Uno de mis propósitos: Empezar el 2012 con un bote vacío e irlo llenando con notas sobre cosas buenas que me vayan pasando. En Nochevieja del año siguiente, lo vaciaré y veré las cosas increíbles que me hayan pasado este año.
jueves, 27 de diciembre de 2012
Mi cuerpo
Hoy por primera vez, después de mucho tiempo, me he puesto delante del espejo y me he dicho: no estás gorda. Y he sonreído. Después me he pasado la mano derecha por la barriga, acariciándola como hago siempre y he pensado que estaba bastante "dura". No me gustaba mi barriga, casi nunca lo ha hecho. Pensaba que si me ponía de lado era la única forma de que se me viera el vientre plano, aunque para el resto de chicas suele ser al revés. Me gustan mucho las cadera, más si se marca el hueso y mucho más aún cuando lo toco y no siento que me sobre "chicha" porque no la hay. Después están mis piernas que, no sé cómo, creo que están más delgadas. No tonificadas. Ojalá. Quizá debería hacer algo a respecto. Parecen más delgadas porque puedo comenzar a ver ese thigh gap del que tanto se habla y debo confesar que me encanta. Es ridículo desear eso pero me encanta, me hace sentirme menos gorda. Y ahora estoy preocupada porque sé que si algún día esa tontería ya no está, significará que he ganado peso. Pero por el momento me siento feliz con mi cuerpo porque como igual y, aunque no tengo tiempo de hacer el ejercicio que me gustaría, he perdido algún kilo. ¿Que son navidades y engordaré? Sí, pero ya me encargaré en el año nuevo de volver a perderlo. Ya me ocuparé de hacer lo posible para querer a mi cuerpo tal y como es.
(foto sacada de Tumblr)
domingo, 16 de diciembre de 2012
Amor platónico
Podría quedarme mirándote durante mucho tiempo y no me cansaría pero sé que a ti se te haría realmente incómodo. Sé que ya te lo parece cuando de vez en cuando dirijo mi mirada en tu dirección pero es justo cuando tú miras y me hace sentir ridícula. Tú casi nunca me miras y si lo haces es por casualidad. Sé que soy invisible para ti y cada vez que pasas por mi lado, tú me ignoras, pero yo a veces, solo a veces, te miro. Siempre es cuando vas hacia la puerta, llevas una manzana en la mano y sueles ir hablando con tu compañero. Intento no pensar que estás pasando por mi lado porque sé que si lo hago, puedo llegar a ponerme nerviosa y no quiero que nadie lo note aunque sospecho que una de mis compañeras lo piensa. A veces, si tengo suerte, pasas tan cerca que llego a sentir el olor de tu perfume. Quite girls have the loudest minds. Y no sabes como de cierta es esa frase. Yo soy la chica invisible y calladita de clase pero me guardo todos mis pensamientos. Soy la chica que a penas abre la boca ni cuando le toca, pero desearía poder acercarme a ti algún día y, aunque solo sea, saludarte. ¿Alguna vez llegarás a pronunciar mi nombre? Me lo pregunto muchas veces. ¿Sabes quién soy? ¿Si me vieras por la calle, me reconocerías? ¿Lo harías?
lunes, 10 de diciembre de 2012
Intentar de nuevo
I've been wasting a lot of time looking in mirrors and hating on me.
Voy a intentarlo una vez más. Dicen que todo va bien si acaba bien así que voy a hacer de este mes el mejor. Últimamente estoy recibiendo muchos palos y duele. Podría decirse que me siento rota y vacía por dentro pero, oye, si la vida te da limones, añádele vodka, ¿no? Ya dije que iba a superar estas "depresiones" y sí, puede ser difícil, pero de eso se trata, de caer y volver a levantarme. De aprender del dolor, de cambiar. Y eso es justamente lo que voy a hacer a partir de este último mes y el próximo año nuevo: cambiar. Pienso tener una actitud nueva, olvidar el pasado, aprovechar las oportunidades, afrontar las cosas, no esperar nada de nadie, creer en mí. Y si en algún momento pienso en rendirme, que alguien venga y me de una bofetada. No quiero permitirme caer tan hondo otra vez porque se pasa mal y ya he sufrido bastante, ahora me toca vivir. Es mi momento. Ahora decido yo y decido ser feliz.
I think I'm just gonna start doing things like I'm never gonna get another chance to.
viernes, 7 de diciembre de 2012
El amor no existe
Para los que sienten soledad, los que creen que perdido estás.
Para los que ya tocaron fondo y sienten que ya perdieron todo.
El amor no existe. No para mí. Llevo mucho tiempo esperando conocer a alguien "especial", alguien que me necesite. He malgastado muchísimos deseos en ello. Es solo cuestión de tiempo, me dicen siempre pero yo estoy harta de esperar. Nadie entiende lo que me pasa, nadie podrá entenderlo nunca. ¿Cuándo me tocará a mí? Tengo casi dieciocho años y me siento sola. Empiezo cada año pensando que esta vez será distinto, quizá esta vez salga bien, pero termina igual. Nada cambia. Esas chicas que nunca necesitan a nadie, esas que son felices consigo mismas, esas son las que tienen alguien a su lado. Yo no tengo a nadie. ¿A qué coño juega el destino? ¿Por qué me hace esto? ¿Le gusta verme llorar? Porque es lo que ha logrado. Esto solo hace que cada año me deprima más y me odie más a mí misma. Solo hago que pensar qué hago mal, qué digo, por qué he de ser así. Desearía que por una vez se me diera una oportunidad, desearía no ser tan ridícula, tan torpe, dejar de estropearlo todo. Yo solo quiero ver como se siente.
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